A los españoles nos cuesta alquilar inmuebles. Ya sea por tradición, por falta de confianza o por pura inercia, España sigue siendo uno de los países de la Unión Europea con mayor porcentaje de viviendas en propiedad. Por eso no sorprende que el alquiler no acabe de despegar, ni siquiera cuando las entidades financieras cierran el grifo del crédito y el acceso a un piso de compra resulta poco menos que imposible para los bolsillos medios.
Y, por eso, tampoco es de extrañar que el Gobierno esté intentando dar con una solución (o varias) que permitan reactivar el mercado del alquiler y, por ende, el sector inmobiliario. Tenemos una nueva ley de arrendamientos, una nueva ley de emprendedores y hoy finaliza el plazo para que se se registren las nuevas Socimi, ese instrumento que no sabemos muy bien qué es pero que debería servir para que los grandes patrimonios se sintieran seguros en sus inversiones inmobiliarias y pongan sus edificios de viviendas en alquiler.
Claro está, la falta de recursos y la dificultad de acceso a las hipotecas está incentivando el alquiler de casas y pisos, pero los números no son estratosféricos ni mucho menos. ¿Por qué no despega el alquiler en España?
Habrá opiniones para todos los gustos, pero la mayoría de agentes que intervienen en el sector inmobiliario coinciden en señalar que faltan algunos ingredientes que permitirían el despunte del alquiler.
Por una parte, falta seguridad jurídica e incentivos fiscales que puedan tentar suficientemente a poner su inmueble en alquiler a aquel propietario que tiene un piso en Barberà o una casa en Sant Joan Despí. Por otra parte, tampoco los inquilinos gozan de incentivos fiscales que les resulten atractivos.
Entonces, ¿qué se necesita para que haya más inquilinos que propietarios en un futuro próximo?
Cómo motivar al propietario a poner su vivienda en alquiler
- “Cualquier propietario, ya sea persona física o jurídica, aunque no se le haya reconocido como “empresa familiar” con los condicionantes deterministas restrictivos que eso implica, debería tener el mismo tratamiento fiscal que estas últimas”, asegura Joan Ollé, presidente del colectivo API en Catalunya”, es decir, eximirlo del impuesto sobre el patrimonio y bonificarlo en un 95% en el impuesto de sucesiones sucesiones por los inmuebles destinados al arrendamiento siempre que los posibles causahabientes (los sucesores) continúen durante cinco años esa actividad y ampliar, para todos los casos, la exoneración del 60% o del 100%, en su caso, por los rendimientos netos que provengan de viviendas alquiladas.
- Establecer definitivamente un sistema tipo el “avalloguer” de la Generalitat de Catalunya, que garantice el cobro de un mínimo de mensualidades de rentas en caso de que se produzca una resolución del arrendamiento de vivienda por falta de pago.
- Apostar de forma clara por los servicios de los agentes inmobiliarios, que son en definitiva quienes tienen que trasladar mediante su mediación la confianza al mercado.
Cómo motivar al inquilino a alquilar una vivienda
- Posibilidad de desgravar un porcentaje del alquiler de la vivienda.
- Ayudas especiales para casos de necesidad puntual.
Este es sólo un punto de partida. ¿Alguna idea?
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